Este ha sido un periodo de tiempo muy singular para todos. Gran parte de nuestras vidas -desde dónde trabajamos y cómo nos vamos de vacaciones hasta a quién podemos ver y qué se nos permite hacer- ha cambiado enormemente. Dentro de esto, de forma menos importante pero igual de drástica, nuestro enfoque de lo que llevamos cada día también se ha enfrentado a una transformación.
Ya sea que hayas vivido en tu ropa de casa o que hayas estado comprando en línea más que nunca, ha habido muchos cambios en nuestro enfoque de la moda este año. Sin embargo, uno de los aspectos positivos de tener más tiempo en casa es que tenemos la oportunidad de poner en orden nuestros armarios.
Todos somos culpables de tomar decisiones poco sensatas en lo que se refiere a nuestros armarios, desde guardar ropa vieja que nunca se usa hasta comprar con pánico piezas que no tendrán más de una salida. Pero no tiene por qué ser así.
A continuación, desglosamos propósitos de vestuario que debes llevar a cabo ahora para poder hacer espacio, ahorrar dinero y lucir lo mejor posible.
1. No compres algo para una sola ocasión
Todos somos culpables de ello. Una boda, una fiesta de Navidad, una reunión de viernes por la noche en el pub con tus amigos después del cierre. Ir a un lugar emocionante significa que inevitablemente sentimos que necesitamos algo especial -y, por tanto, algo nuevo- para ponernos. Sin embargo, la mayoría de las veces, por mucho que nos guste la prenda que compramos, rara vez la usamos más de una vez.
En lugar de comprar algo específico para determinados eventos, intenta tener en tu armario algunas piezas más elegantes que sean más versátiles. Si te decantas por algo sencillo y más clásico, en lugar de por las tendencias, podrás usarlo una y otra vez. Con accesorios inteligentes, nunca te parecerá el mismo look.
2. No compres ni guardes algo que no te sirva
No es raro que guardes prendas que ya no te quedan bien con la esperanza de que algún día vuelvan a hacerlo. Tampoco es raro comprar algo de una talla demasiado pequeña como incentivo para perder peso o porque está de rebajas y no tienen tu talla habitual.
Sin embargo, aferrarse a estas prendas -que no puedes usar físicamente- es una de las peores cosas que puedes hacer si estás intentando reducir el tamaño de tu armario. Sé realista y sincero contigo mismo. Si no te sirve, es hora de venderlo o donarlo.
3. No compres ni guardes algo que no te convenga
Además de aferrarnos a cosas que no nos quedan bien, muchos de nosotros guardamos piezas que sabemos que no nos convienen. A menudo compramos algo por capricho, porque es una gran tendencia o porque vimos a otra persona que lo llevaba y pensamos que le quedaba genial, pero como no nos sienta bien, nunca lo sacamos del armario. Si una prenda no te hace sentir segura y cómoda, no tiene cabida en tu vida.
4. No compres algo sólo porque es una ganga
Es fácil dejarse convencer por un gran descuento, y deberías aprovechar al máximo las grandes rebajas -especialmente cuando se trata de piezas de diseño de inversión-, pero sólo si esa pieza es algo que realmente necesitas añadir a tu arsenal. Nunca compres algo sólo porque es una gran oferta. No importa lo asequible que sea, si nunca lo usas, es un completo desperdicio de dinero.
5. Cuando compres algo, deshazte de otra cosa
Una forma excelente de mantener tu armario en un tamaño razonable es adoptar la política de «uno que entra, uno que sale»: cada vez que añadas algo nuevo, quita una pieza (y véndela o dónala a la beneficencia). Esto no sólo evitará que tus raíles y estanterías se vean desbordados, sino que también significa que tienes que estar mucho más segura de lo que compras.