Lleva tu cabello de «eh» a «ooh-la-la» con nuestra guía sobre cómo rizar tu cabello con una plancha. Las planchas no sólo son estupendas para conseguir un pelo liso y elegante, sino que también puedes utilizarlas para rizar tus preciosos mechones. Prueba diferentes técnicas para conseguir distintos looks y disfruta de la versatilidad de esta increíble herramienta de peinado. Sigue los siguientes pasos y te convertirás en una diosa del pelo rizado en un abrir y cerrar de ojos.
1. Decide el tipo de rizo que quieres
El primer paso para rizar tu cabello es decidir qué tipo de rizos quieres. ¿Quieres unos rizos con mucho volumen que harían que Miss Universo se sintiera orgullosa? ¿Rizos sueltos y románticos, perfectos para una cita nocturna? ¿O tal vez unas ondas playeras desenfadadas, como si acabaras de salir de la arena en Hawai? Busca inspiración en Internet y diferentes opciones, y ten a mano algunas fotos de referencia.
2. Elige la plancha
A continuación, debes elegir la plancha adecuada para rizar el cabello. Entre los aspectos a tener en cuenta está el tipo de plancha. Los dos tipos más comunes son el titanio y la cerámica. Las de titanio se calientan rápida y uniformemente, aunque pueden ser más caras, mientras que las planchas de cerámica son excelentes para la mayoría de los tipos de cabello, son algo menos caras, pero se desgastan con el tiempo.
A continuación, tienes que fijarte en la anchura y la forma de la plancha. Lo ideal es que una plancha que sirva tanto para alisar como para rizar sea de menor anchura y con bordes redondeados, para obtener lo mejor de ambos mundos. La temperatura es otro elemento. El objetivo es ajustar el calor, ya que los distintos tipos de cabello y estilos necesitan temperaturas diferentes. Finalmente, el coste es el último factor. Aunque la opción más barata puede ser tentadora, merece la pena invertir más dinero en las planchas para que duren más, rindan más y no dañen tu cabello.
3. Prepara el resto de herramientas
Antes de empezar a convertirte en una diosa del pelo rizado, todavía hay que hacer un poco más de trabajo de preparación. Tendrás que reunir el resto de herramientas necesarias para realizar el trabajo, de modo que estés totalmente preparada. Para ello, tendrás que hacerte con un spray protector del calor, pinzas para el pelo o un par de gomas para el pelo, un cepillo, un peine y un spray para el pelo. Los extras opcionales incluyen cualquier otro producto de peinado que te guste usar y un peine de púas anchas, ya que son ideales para peinar los rizos una vez que hayas terminado.
4. Empieza con el pelo limpio y seco
Una vez que tengas todo listo, debes asegurarte de tener el pelo limpio y seco. Rizar el pelo mojado o húmedo no funcionará y corres el riesgo de quemarlo. Asimismo, si tienes productos de peinado en el cabello, corres el riesgo de dañar tu cabello y tu plancha.
5. Utiliza protección para el cabello
Usar protección contra el calor es uno de los pasos más importantes. La temperatura de la plancha oscila entre los 250 y los 400 grados Fahrenheit, y ese calor se aplica directamente al cabello. Un producto protector del calor proporciona una barrera entre el cabello y el calor, por lo que es menos dañino. Además, los protectores térmicos incluyen ingredientes que fortalecen y suavizan los folículos, además de sellar la humedad. Esto se traduce en unos rizos más suaves y menos cabellos sueltos.
6. Secciona tu cabello
Seccionar el cabello hará que el proceso de rizado sea mucho más manejable. Debes trabajar de abajo hacia arriba para que no se convierta en un desastre. Para ello, debes empezar por separar una parte del cabello en la nuca. Recoge el resto del cabello con un clip o una corbata.
Dependiendo del grosor de tu cabello, puedes volver a seccionar el pelo y hacer primero el lado derecho y luego el izquierdo. También puedes seccionar los lados delanteros y empezar por la parte de atrás. Una vez que lo hayas hecho varias veces, sabrás cuál es el mejor proceso para ti. Recuerda que debes trabajar siempre de abajo a arriba.