Existen muchos acontecimientos a lo largo de nuestra vida que fragmentan de forma episódica la misma. Estos eventos a menudo están marcados por los regalos. Un regalo es una cortesía, una forma de agradecimiento, una forma de demostrar amor, un regalo es, en definitiva, una de las cosas más gratificantes, tanto por la parte que lo da como por la parte que lo recibe.
Los regalos son algo muy personal, y muy especialmente si va dirigido a una persona con la que compartimos nuestra vida, como sería el caso de nuestra mujer. Debemos saber muy bien qué regalar porque pudiera llegar a resultar incluso ofensivo el hecho de regalar algo que evidenciara lo poco que conocemos a la otra persona.
Conocer a la otra persona
La parte fundamental de un regalo, su primera primera premisa si se quiere, es conocer los gustos o preferencias personales de nuestra mujer. Podemos listar algunas de las cosas que creemos le gustan, y luego contratar esto con familiares y/o amigos de ellas, con el fin de no errar. Tantos años de convivencia a menudo dan buena cuenta de los gustos del otro, pero en otras ocasiones no es tan evidente.
Practicidad sí o no
Depende. Es otra de las principales incertidumbres de los regalos. Tirar por algo práctico, usable, o por algo más simbólico; bello. Esto dependerá de las preferencias de nuestra mujer, aun así, no es tan relevante como pudiera parecer. En San Valentín por ejemplo sería más conveniente algo simbólico, como un anillo o un ramo de rosas. Sin embargo, para un cumpleaños o para un regalo de Navidad algo como ropa, un chubasquero mujer, por ejemplo, no sería una mala idea. Elijamos un chubasquero mujer o nos decidamos por algo más efímero, debemos considerar antes el primer punto.
Regala experiencias
Algo que está muy de moda son los regalos sensoriales, es decir, los que tienen que ver con las experiencias. Pueden ser viajes, puede ser un festín gastronómico de altos vuelos en algún restaurante de cocina de vanguardia, o un desayuno especial en un spa. Existen en el mercado paquetes que nos solucionan el inconveniente de buscar y comparar. Sin lugar a dudas regalar experiencias es en la época actual un acierto total.
Crear ambiente
Hacer un regalo no es solo el gesto propio de darlo, es también lo que le envuelve. Si optamos por hacer un regalo material podrías envolverlo en una experiencia. Una escapada a algún restaurante bonito y luego dar la sorpresa. Todo regalo, por muy mediocre que pudiera parecer a priori, ganará muchísimos enteros si se crea un ambiente previo que lo envuelva.